General

Yungay está ubicado en el Callejón de Huaylas en el Río Santa a una altitud de unos 2. 500 metros. Para llegar hasta aquí hay que conducir unos 450 km al norte de Lima. Al este de la pequeña ciudad están las crestas de la nevada Cordillera Blanca, con una de las montañas más altas del Perú llamada Huascarán.

La provincia de Yungay tiene una población de 60. 000 habitantes y ocupa parte del Callejón de Huaylas, el Valle de Conchucos (Yanama), la costa de Ancash (Quillo) y el Parque Nacional Huascarán.

Historia

El ejército «Restauración», un ejército chileno-peruano durante la Guerra de la Confederación, derrotó al ejército de la Confederación Peruano-Boliviana durante la Batalla de Yungay el 20 de enero de 1839 y marcó la disolución de la efímera Confederación.

Un acontecimiento notable en la historia del Perú tuvo lugar en Yungay, donde el arqueólogo estadounidense Thomas F. Lynch (Universidad de Cornell, 1969) descubrió restos culturales de alrededor del año 10. 000 a. C. en la Cueva de Guitarrero, haciendo de este lugar «uno de los grandes testimonios de los orígenes de la agricultura en América».

El terremoto de Ancash

El 31 de mayo de 1970 un terremoto de provocó la ruptura de una parte considerable de la vertiente norte del Nevado Huascarán y la caída de una masa inestable de hielo glaciar desde la cima del Nevado a una altura de unos 800 metros, Más de 50 millones de metros cúbicos de escombros resbalaron cuesta abajo en un ángulo de unos 14 grados durante unos 15 kilómetros donde se alcanzaron velocidades entre 340 mph y 620 mph. Esto provocó una avalancha de escombros que sepultaron la ciudad de Yungay donde perecierón unas 20. 000 personas. La mayoría de los sobrevivientes se encontraban en el cementerio y el estadio en el momento del terremoto, ya que eran unas de las zonas más altas de la ciudad.

Antiguo cementerio (Campo Santo)

En 1962, dos científicos estadounidenses David Bernays y Charles Sawyer, informaron que habían visto una enorme placa de roca vertical socavada por un glaciar que amenazaba con caer y causar la destrucción de Yungay. Según Sawyer cuando esto fue reportado en el periódico Espreso (27 de septiembre de 1962), el gobierno les ordenó que se retiraran o se les arrestarían, no les quedo de otra que huir del país. Se impidió violentamente a los ciudadanos hablar de una catástrofe inminente, ocho años después la predicción se hizo realidad.